Con operativos veterinarios a perros y gatos, CONAF busca reducir los efectos negativos que generan animales domésticos sobre animales silvestres.
Con la finalidad de reducir el impacto que generan perros y gatos sobre la fauna nativa y sus ambientes naturales, como por ejemplo la transmisión de enfermedades, CONAF está ejecutando el programa de Control de Amenazas y, de esta forma, abordar esta problemática socioambiental presente en las áreas silvestres protegidas.
Entre las medidas se encuentra el desarrollo de operativos sanitarios dirigidos a las mascotas de los usuarios agricultores y ganaderos de la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal. Durante este año, se han concretado dos operativos que contaron con el apoyo del Departamento de Tenencia Responsable de Mascotas de la municipalidad de Pozo Almonte.
De esta forma, en la reserva actualmente se han atendido a 24 mascotas a las cuales se les realizó un control sanitario para luego ser inmunizados y desparasitados, además de la instalación de microchip, la entrega de información sobre tenencia responsable a los propietarios y el registro en el catastro de perros y gatos del área protegida.
Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF, explicó que a nivel nacional se trabajan en diversas estrategias de conservación para enfrentar este problema. “Las medidas que estamos abarcando son la educación para la conservación, mayor fiscalización al interior de las áreas silvestres protegidas y control de ingreso de mascotas, entre otras acciones”.
La iniciativa inserta en el programa de Control de Amenazas en la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, busca implementar la normativa para el manejo de perros y otras mascotas en las áreas protegidas para lograr, en el mediano y largo plazo, la no presencia de mascotas, tanto de visitantes y poblaciones aledañas, que puedan afectar a la fauna nativa.
Cabe mencionar que la presencia de animales domésticos, sin vigilancia de sus dueños en áreas silvestres protegidas, perturban sitios de nidificación, depredan fauna nativa y generan competencia con otros depredadores por recursos. Estas conductas tienen como consecuencia la persecución a fauna nativa, separación de madres y crías, transmisión de enfermedades, abandono de nidos, disminución de población y desplazamiento de especies.